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foto: univisión

Gobierno en tinieblas

Publicado: 2023-01-03

Todo ser humano que decide hacer algo que sea bueno para sí, es decir, que elige actuar de determinada manera para ser mejor persona y que dicha acción le procure felicidad y progreso, entonces podemos afirmar que está adoptando un comportamiento ético.

Todas las personas entendemos perfectamente qué decisiones y acciones son buenas y cuáles son malas para cada uno de nosotros, la ética lo que busca es que siempre optemos por aquello que nos hace bien y que no atenta contra la dignidad del prójimo, ni contra la moral de la sociedad y tampoco afecta negativamente al medio ambiente.

Pues bien, si un grupo de buenas personas con ética deciden reunirse para convenir acciones que procuren el bien de todos, respetando los derechos fundamentales de todas las personas así como las reglas y normas que rigen a una sociedad, y obviamente sin afectar a otros seres vivos ni la naturaleza, entonces podemos decir que están ejerciendo la verdadera política.

Porque en esencia, la política es una acción que ejerce una comunidad de hombres y mujeres éticos que libremente deciden emprender el gran reto de transformar su sociedad para conducirla a un estado mejor, a un estado de bienestar y de estar bien, para ello, recurren al diálogo y la argumentación inteligente para lograr la cooperación libre y voluntaria de un colectivo que decide actuar con ellos para hacer realidad la propuesta de cambio que han comprendido y que consideran legítima y conveniente para el bien de todos.

Como pueden ver, aquí tenemos en esencia cuatro elementos imprescindibles para el buen ejercicio de la política, primero necesitamos la confluencia de personas con ética, en segundo lugar necesitamos del diálogo y argumentos inteligentes para lograr consensos, en tercer lugar necesitamos tener claro las acciones que deben emprender como comunidad política, y en cuarto lugar, se debe tener la plena convicción de que los resultados de dichas acciones serán para el bien común de toda la sociedad, incluyendo a los que no comparten las mismas ideas ni se comprometen a participar activamente.

Pues bien, si corroboramos la existencia de estos cuatro elementos básicos en la actual realidad peruana encontramos una carencia política preocupante, en primer lugar creo que todos sabemos que los políticos de hoy en su gran mayoría carecen de ética por elección propia; en segundo lugar han renunciado al diálogo como medio para procurar el entendimiento entre nosotros, por el contrario, se han dedicado a tratar de imponer su única verdad en la sociedad sin valerse de argumentos sino en base a prejuicios y descalificaciones a los que piensan diferente, dando lugar al terruqueo, al caviarismo, la discriminación, la cultura de odio y el desprecio sobrepuestos al pensamiento crítico.

En tercer lugar las fuerzas políticas han sido incapaces de lograr un plan de acción mínimo con medidas concretas y consensuadas para garantizar la gobernabilidad y el desarrollo del país, por el contrario, se han conformado grupos políticos dedicados a destruir y oponerse a todo lo que quiere hacer el otro grupo por el solo hecho de ser del partido opuesto, dando lugar a una cultura de oposición destructiva con el apoyo de una prensa convenida, parcializada e incluso mercenaria.

Y en cuarto lugar, es evidente que gran parte de lo que hacen y deciden los políticos de hoy no busca el bien común, por el contrario, las leyes y normas promovidas en el Congreso, al igual que las acciones que implementa el ejecutivo están orientadas a favorecer a determinados grupos de poder y grupos económicos que hace varias décadas gozan de privilegios legales y tributarios, de impunidad ante un precario y politizado sistema de justicia y peor aún, promueven la corrupción en todos los niveles del gobierno.

Como podemos ver, hoy no existen las condiciones para dar lugar a un buen gobierno, los políticos que hoy conducen el país están en tinieblas, sin ética, sin brújula, sin un rumbo claro, sin vocación de servicio, sin sentido de país, y al otro lado está el pueblo, padeciendo las consecuencias, condenados a la miseria, a la pobreza, al hambre y la ignorancia, es decir, víctimas del fracaso de décadas de un sistema político, económico y educativo perverso.

Este hartazgo está a punto de desbordarse en nuestra sociedad que se dice democrática pero que no ha sido capaz de construir las bases y cimientos para sostenerla, una sociedad con una careta de democracia que encierra detrás a una caquistocracia que emerge como consecuencia de un sistema educativo obsoleto, amoral e involucionario; una sociedad que carece de luz, de líderes, de justicia, de libertad, de respeto y de buena educación; una sociedad que ahora está dispuesta a recurrir a la fuerza, a las movilizaciones y la violencia para romper este círculo vicioso que no creo que Dina Boluarte ni Alberto Otárola podrán contener, resistir y revertir en los próximos cien días, y lo que vendrá después será peor, lamentablemente.

(1) Periodista

Publicado el 03 de enero de 2023


Escrito por

Julio Navarro -Jucenaf

Periodista y luchador incansable contra la crisis de valores para construir un mundo mejor! JALCA para siempre! Aquí mi opinión personal.


Publicado en

Construyendo un Perú mejor

Elegir, actuar y transformar el entorno para incrementar su valor y generar felicidad y progreso es el deber que debemos cumplir cada día!