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Los tres propósitos de la política

Publicado: 2022-10-23

El filósofo español Fernando Savater sostiene que la sociedad existe para procurar el desarrollo de las personas que la componen, por lo tanto, debe entenderse que el propósito de la política debe ser lograr la libertad y el bienestar de la persona, de todos y cada uno de los que forman parte de una nación. Por eso, para Savater la política de verdad se alcanza cuando la sociedad se forma sobre tres bases que se constituyen como una especie de triángulo equilátero cuyos vértices son: la libertad, la persona y la democracia.

Si miramos el Perú, en primer lugar no podemos hablar de libertad si durante dos siglos de vida republicana no hemos sido capaces de procurar una verdadera educación de calidad, sobre todo con la población más vulnerable del país, condenándolos a una vida de poco o ninguna oportunidad para elegir realmente lo que anhelan para ser felices y alcanzar una vida digna, por el contrario, viven resignados a su suerte, como una especie de autómatas dependientes de un sistema económico que los obliga a cumplir extenuantes rutinas de trabajo diario para sobrevivir, además de estar sometidos a un bombardeo constante de mensajes que buscan condicionar -e incluso controlar- su manera de pensar, de sentir y de actuar. ¿Y esto no es acaso un atentado a la libertad?

Acaso vivir en un país donde las principales motivaciones que dan lugar a sus leyes y su moral son: el crecimiento económico, la acumulación de riqueza a cualquier precio y el endiosamiento del libre mercado, entonces ¿no se convierte esto en una amenaza latente de deshumanización de la sociedad?

En el Perú nos hemos acostumbrado a reemplazar con cifras a las personas, durante la pandemia se informaba diariamente el número de casos detectados y el número de muertes, también se cuantificaban las camas UCI implementadas y ocupadas en cada región; frente a la crisis económica producto de la guerra entre Rusia y Ucrania se habla del crecimiento o estancamiento del PBI, de tasas de desempleo, del alza del precio de los combustibles, de los alimentos o del tipo de cambio del dólar; y muy poco se sabe de las víctimas de la guerra, tampoco se dice o interesa la labor que varios líderes de organizaciones sociales, de la sociedad civil y muchas otras personas han emprendido para superar el hambre y la enfermedad de nuestros hermanos con Covid, o de aquellos que están sin trabajo o sin acceso a la salud, a un plato de comida o a un techo digno.

Las historias de violencia interesan más por el drama y el morbo que encierran en lugar de convertirse en lecciones de vida y de verdadera aplicación de una justicia oportuna en una sociedad donde la confianza, el respeto, la honestidad, la empatía y la solidaridad son valores escasos y cuyos espacios están siendo ganados por el odio, la discriminación, el chisme y la calumnia pública, por enumerar solo algunos vicios comunes y casi normalizados en la sociedad peruana. ¿Y esto no es acaso un atentado a la dignidad de las personas?

Y sobre la amenaza a la democracia es poco lo que puedo agregar, basta con mirar los constantes intentos, por ahora fallidos, de la búsqueda incesante de la captura del poder con métodos golpistas, azuzados por los grandes medios de comunicación, de manera abierta y expresa, y liderados por algunos parlamentarios que deberían ser el ejemplo y testimonio vivo del respeto a la Constitución y la voluntad popular expresada en las urnas. ¿Y esto no es acaso un atentado a la democracia?

La democracia no es un fin o una meta que se alcanza luego de un proceso electoral y nada más; la democracia es un camino seguro que elige una sociedad para conducirse sobre ella respetando las normas y leyes establecidas, respetando a todos los que transitan por la misma vereda a pesar de sus diferencias ideológicas, culturales, sociales, económicas o de fe; por eso, debemos tener bien claro que la democracia es el camino que la sociedad elige con libertad porque es consciente de que las otras vías, los otros caminos no son seguros, al contrario, son una amenaza a la vida, a la dignidad, a la libertad, a la justicia y al progreso de cualquier nación que abandona la democracia valiéndose de engaños y mentiras para tratar de justificar su rompimiento del orden y la legalidad.

No jóvenes, el fin nunca debe justificar los medios. Por encima de todas las pasiones que la política suele despertar en nuestros corazones, siempre debe ser el buen juicio, la razón, la que debe conducir nuestros actos, si queremos vivir en una sociedad mejor debemos de luchar para proteger y fortalecer los tres pilares que refiere Savater: por la libertad, por las personas y por la democracia.

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(1) Periodista

Publicado el 23 de octubre de 2022


Escrito por

Julio Navarro -Jucenaf

Periodista y luchador incansable contra la crisis de valores para construir un mundo mejor! JALCA para siempre! Aquí mi opinión personal.


Publicado en

Construyendo un Perú mejor

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