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foto: el nuevo diario

Necesitamos construir una cultura de paz con urgencia

Publicado: 2018-07-02

Otra historia de violencia contra la mujer se escribe con sangre en nuestro país, otra vez un miserable roció con combustible y le prendió fuego a una humilde madre de tres niños sin que, hasta el momento, la policía pueda determinar las razones de este demencial intento de feminicidio. 

Juana Mendoza vendía salchipapas en el pasaje Cinco Amigos en Cajamarca, ella se encontraba como cada tarde atendiendo en la vereda, mientras una mujer compraba un salchipollo con su hijo de pronto apareció Esneider Estela, de 22 años, para tirarle encima el combustible que se prendió con el fuego del carrito de salchipapas quemando el 80 % del cuerpo de Juana, de su hijo y de la señora que allí se encontraba y que no terminaba de entender lo sucedido.

Al día siguiente la policía logró capturar al autor de este crimen, era el exconviviente de la hermana de la víctima, Esneider Estela ya había sido detenido en dos ocasiones, en diciembre por distribuir estupefacientes en la zona del puente Moyococha, y en enero de este año por ser presunto integrante de la organización criminal “los sicarios de Cajamarca”, sin embargo, las dos veces salió libre.

Seguramente en las próximas horas el juez confirmará su prisión preventiva, y luego el fiscal del caso se tomará un buen tiempo para fundamentar su acusación, y como se trata de un caso mediático, probablemente reciba una condena ejemplar, es decir, una especie de juicio justo a un delincuente de solo 22 años que llevará en su conciencia la autoría de este terrible hecho que pudo evitarse si en las dos ocasiones anteriores, cuando fue capturado, la justicia hubiera cumplido con su trabajo y puesto tras las rejas a este sujeto.

Esta es una de las aristas en el problema de violencia que padecemos todos los peruanos y en especial las mujeres y niños, el sistema de protección y de justicia es incapaz de atender estos casos, las comisarías, los policías y los fiscales no se dan abasto para proteger a las víctimas, y los jueces tampoco tiene la capacidad resolutiva en el tiempo necesario para evitar más historias como las de Juana Mendoza o Eivy Ágreda; es triste oír a los responsables de todo el sistema de justicia condenar estos hechos pero nada más, sin embargo, hace buen tiempo vienen reuniéndose y discutiendo sobre cómo mejorar la administración de justicia en el Perú pero hasta ahora no vemos resultados, solo reclaman más y más presupuesto, como si el dinero fuera la única causa de su clara ineficiencia en la lucha contra el crimen y la violencia.

Otro punto clave que debemos resolver todos, empezando por el ejecutivo, seguidos por los legisladores y con la participación activa de la sociedad civil, es la implementación de una política de Estado que tenga como propósito la creación de una nueva cultura sin violencia en todos los rincones del Perú, no se trata de decir “ni una más”, “basta a la violencia contra la mujer”, y demás frases y campañas que muchas veces se convierten en gritos de auxilio o de condena, o de exigencia de la pena de muerte o incluso una especie de justicia popular, esto solo contribuye a visibilizar el problema y sus consecuencias, pero no ataca las causas, por el contrario, da lugar a otras formas de confrontación entre los peruanos, es decir, más violencia.

Al inicio de este gobierno el presidente Vizcarra enumeró algunos objetivos principales como la lucha contra la corrupción; la estabilidad institucional para reconstruir la gobernabilidad y recuperar la confianza; en tercer lugar se refirió a la estabilidad económica y la construcción de infraestructura sostenible; y en cuarto lugar priorizó a la salud, el empleo, la seguridad ciudadana y la educación como pilar central de su gestión; han pasado cien días de su gobierno, tiempo suficiente para reacomodar sus objetivos y señalar un norte claro para atender los problemas de fondo en el país.

Faltan pocos días para que el presidente se presente en el Congreso para rendir cuentas y anunciar las acciones que tomará en lo que le resta de gobierno, y ojalá que el orden de sus prioridades se invierta para que la educación y la seguridad ciudadana se conviertan en la principal ocupación de los próximos años, no es posible que esta cultura de la violencia se siga apoderando de nuestras calles y nuestros hogares; de nada nos sirve el crecimiento económico si termina en manos de hombres y mujeres incapaces de respetarse entre sí; de nada nos sirve mejorar nuestra infraestructura si los que hacen uso de ella son incapaces de protegerla y preservarla por el bien común de todos; de nada nos sirve otorgarle más presupuesto al sistema de justicia si los policías, jueces y fiscales son incapaces de velar y garantizar la seguridad y protección de los ciudadanos; de nada nos sirve construir más escuelas si en las mismas aulas tenemos docentes incapaces de enseñar las normas básicas del respeto y la buena convivencia entre nosotros, por el contrario, el sistema de calificación escolar promueve el egoísmo y la lucha permanente por demostrar la superioridad de uno respecto de los otros, y los padres de familia alentamos esa anticuada idea de: mi hijo tiene que ser mejor que el hijo de otros.

Señor presidente, necesitamos invertir en la mente de los peruanos, necesitamos construir una cultura de valores en nuestra sociedad, necesitamos trabajar de la mano con las familias y los hogares peruanos para que nuestros hijos aprendan a respetar al otro, necesitamos crear conciencia ciudadana para aprender a convivir entre nosotros respetando nuestras diferencias, respetando al medio ambiente, respetando a nuestras autoridades, respetando a los niños, a las mujeres, a los ancianos, a las personas con habilidades diferentes, a los animales.

Si realmente queremos un nuevo Perú para el bicentenario, debemos trabajar en la construcción de una nueva cultura de paz y respeto entre nosotros, y esta tarea va más allá de la responsabilidad del gobierno, es una tarea en la que todos tenemos que trabajar activamente para obtener algunos resultados en el corto tiempo, y así evitar que existan más casos como los de Juana Mendoza o Eivy Ágreda, víctimas lamentables de jóvenes que hacen del crimen y la violencia su única forma de vida y condena al mismo tiempo.

Publicado también en: www.depolitika.pe


Escrito por

Julio Navarro -Jucenaf

Periodista y luchador incansable contra la crisis de valores para construir un mundo mejor! JALCA para siempre! Aquí mi opinión personal.


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Construyendo un Perú mejor

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