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foto: el ciudadano

¿Justicia o lupus social?

Publicado: 2018-02-19

Luego de conocer la resolución de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho que absuelve a Adriano Pozo Arias de los delitos de feminicidio y violación sexual en grado de tentativa, a pesar de que todos fuimos testigos de la brutal agresión que cometió contra Arlette Contreras Bautista en el interior de un hotel en Huamanga el 12 de julio del 2015, nos queda una sensación de impotencia, de asco, de dolor, porque a todas luces el sistema de justicia peruana demuestra, una vez más, la severa crisis que atraviesa y el enorme daño que le hace a la sociedad peruana cuando se tiñe de impunidad y de indiferencia ante la violencia que muchas mujeres sufren en manos de seres miserables que arremeten a golpes contra ellas, y donde las autoridades responsables de hacer justicia les dan la espalda. 

Esta decisión del juzgado penal colegiado demuestra la gran brecha que separa al Perú de una verdadera justicia, aquella que sólo tiene que darle a cada quien lo que le corresponde, esa justicia que se administra y gestiona con nuestros impuestos, con total independencia, pero sin siquiera garantizar su tenue existencia.

Es inaudito que un delito cometido hace 31 meses, con imágenes contundentes que demuestran con total claridad la agresión contra Arlette, termine siendo una historia de papel que esconde en su vergonzoso contenido la justificación de un acto cobarde como si fuera una simple discusión de una pareja que producto del alcohol y los celos, se agreden y nada más.

El relato de la sentencia que llevó a la absolución del agresor muestra los prejuicios, sesgos e ineficiencias de un sistema de justicia que necesita a gritos un cambio radical en todos sus frentes, desde lo más básico hasta el más alto nivel, sino seguiremos involucionando como sociedad al punto que la justicia será tomada por las manos de las víctimas que no terminan de entender la sinrazón de los jueces, fiscales, peritos y demás autoridades, por no decir autores, de la injusticia y violación de las leyes en el Perú.

Este caso lleva cerca de tres años en proceso, donde la Fiscalía demuestra que no está preparada realmente para defender la legalidad, no solo por la larga agonía que significa investigar un caso, quejándose de falta de presupuesto, peritos, médicos legistas, locales, carga procesal, mejores sueldos y todo lo demás, sino que éstos mismos “expertos” concluyen con sus informes cosas tan cuestionables como por ejemplo, “vistos y analizados los certificados médicos legales, no ha puesto en peligro la vida de la agraviada”:

Página 25 de la sentencia 

O lo que concluye el Psiquiatra Edgar Quispe Puma en la sección de valoración de las pruebas que hacen los jueces donde señala: 

Página 55 de la sentencia

¿Acaso esto determina que no existió la tentativa de feminicidio? Para los jueces así fue, entre otras motivaciones similares respecto de la tentativa de violación sexual, que los condujo en mayoría, a la absolución por falta de pruebas suficientes presentados por la Fiscalía: 

Página 74 de la sentencia

El lupus es una enfermedad ocasionada por el sistema de defensa humano que, en lugar de atacar los virus y bacterias, decide atacar los tejidos sanos del organismo afectando varias partes del cuerpo, algo similar a lo que vemos con el sistema de justicia peruano, en todos sus niveles, un “sistema de defensa” que en lugar de atacar a los autores de tantos crímenes y tanta violencia, termina afectando al tejido social y a los órganos institucionales que existen para garantizar la convivencia pacífica de todos los peruanos. 

Si los titulares de los poderes del Estado, de manera corporativa, no actúan pronto para evitar que este lupus social siga dañando la ciudadanía y afectando los derechos, sobre todo de los más vulnerables como son los niños, ancianos y mujeres, pronto terminaremos contando historias de ajusticiamiento popular o callejero.

Esto no es problema de presupuesto, sino de decisión política y de capacidad de gestión que deben tener los responsables de hacer de la justicia uno de los principales baluartes de la democracia y gobernabilidad que merecemos. Si los que están ahora no son capaces, entonces convoquen a los expertos, pero ¡hagan algo de una vez! antes de que más jóvenes pierdan la vida en los centros de rehabilitación; antes de que más policías terminen detenidos por formar parte de organizaciones criminales; antes de que más violadores de niños y mujeres sigan haciendo de las suyas, porque los fiscales no se dan abasto para investigarlos; antes de que más jueces sigan absolviendo a los protagonistas del horror, el miedo, la corrupción y la delincuencia por falta de pruebas o por prescripción de los delitos.


Escrito por

Julio Navarro -Jucenaf

Periodista y luchador incansable contra la crisis de valores para construir un mundo mejor! JALCA para siempre! Aquí mi opinión personal.


Publicado en

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